Hoy por hoy parece estar de moda catalogar a las personas en función de su efecto en la vida de otras, escuchando con frecuencia que alguien es una Persona Tóxica, o, por el contrario, de la necesidad de encontrar tu Persona Vitamina. Lo cierto es que más allá de la etiqueta, hay personas que pueden ser muy positivas y energizantes como las vitaminas, mientras que, otras se sienten como tóxicas, enfermantes, capaces de drenar toda tu energía y buena actitud.
Recientemente, la psiquiatra Marian Rojas-Estapé, en su libro “Cómo hacer que te pasen cosas buenas” (lectura recomendada, por cierto), muestra una visión muy optimista en la que nos hace ver que la felicidad es una elección, y que para conseguirla es clave hacer una gestión adecuada de las emociones en cada una de las diferentes situaciones que abordamos, haciendo un manejo adecuado del estrés y las relaciones con los demás. Dicho de otra manera, para conseguir felicidad es necesario gestionar las emociones, el estrés y las relaciones con los demás.
Entonces, la clasificación de las personas en una categoría y otra no depende tanto de ellas y su comportamiento en sí, sino de cómo me hacen sentir. Siendo así, una persona puede ser tóxica para mí, pero vitamina para otro. Incluso yo misma puedo ser percibida en una categoría u otra. El juicio está en la persona que lo emite.
Miremos ambas posturas un poco más a fondo…
¿Qué es una persona tóxica?
El término toxicidad viene de la química y hace referencia a la capacidad de una sustancia para producir efectos perjudiciales sobre un ser vivo, al entrar en contacto con ella. En otras palabras, describe el grado en el cual una sustancia es venenosa o puede causar una lesión.
Teniendo esto en cuenta, la psicología hace uso del término para describir a aquellas personas que, con su comportamiento, son capaces de afectar negativamente la salud mental de otro.
Todos hemos pasado por situaciones en las que alguien nos ha hecho sentir intensamente mal, humilladas, dolidas, maltratadas, controladas o manipuladas.
Esa persona que nos hace sentir profundamente alteradas es una persona tóxica para nosotros. Nos hace sentir malestar (incluso físico), nos quita la energía y nos deja con sensación de agotamiento. Puede ser porque sea una persona demasiado crítica, chismosa, manipuladora o egoístas. O porque solo se queje y le consiga “el lado oscuro” a todo. La percibimos tóxica en la medida en que, en lugar de apoyarnos y ayudarnos a crecer, nos hace sentir inseguras, ansiosas y deprimidas.
Son pocos los casos de “personas tóxicas de carácter universal”, o mejor dicho, es poco probable que alguien sea considerado tóxico “por todo el mundo”. Lo más probable es que su nivel de toxicidad tenga que ver conmigo. ¿Por qué me siento atacada por el/ella?¿qué no le he perdonado o he perdonado en mí que me hace sentir amenazada por esta persona? ¿a quien me recuerda? ¿Qué mueve dentro de mí?
Estas son solo algunas de las preguntas que, al responder, me puede ayudar a bajar el nivel de toxicidad de esa persona, y a lidiar mejor con las emociones que genera en mí. Igualmente, me permiten mirar un poco más dentro de lo que esa persona esta viviendo, y a veces, entender es perdonar, y perdonar alivia.
¿Y las personas vitamina?
Como todo continuo tiene dos extremos, las personas vitamina son aquellas que nos hacen sentir bien, que hacen que nuestra luz sea más brillante, nos dan energía y nos inspiran.
Son aquellas que “tocan” tu vida y dejan una estela de buenas vibras, alegría, motivación. Como dice la dra. Marian Rojas: “cuando estás con ellos, te imprimen pasión, despiertan en ti ganas de reír, de disfrutar, de compartir… eso es una persona vitamina”.
Estas personas pueden ser amables, generosas, positivas y empáticas. En lugar de criticarnos y juzgarnos, nos apoyan y nos animan a seguir adelante.
Ya sea en una tarde de risas, o en un mal momento lleno de lágrimas, la persona vitamina te muestra que no es el final y recarga tus baterías.
Entonces, ¿cómo podemos identificar a las personas tóxicas y vitamina?
Aquí hay algunas características clave a tener en cuenta:
Persona Toxica
Persona Vitamina
- Siempre tienen una excusa para sus acciones o palabras. Pueden culpar a los demás o negar la responsabilidad de sus acciones y no les importa cómo sus o acciones hacen sentir a los demás
- Son maduras para aceptar la responsabilidad y en vez de enforcarse en buscar culpables, tratan de encontrar soluciones constructivas.
- Son críticas y juzgadoras. Pueden señalar nuestros errores y debilidades con intención de humillar sin ofrecer ninguna solución constructiva.
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Nos muestran su punto de vista de manera respetuosa y constructiva. Son empáticas y asertivas, por lo que sus comentarios nos ayudan a crecer.
- Pueden ser manipuladoras y egoístas. Buscan generar en el otro miedo, culpa o vergüenza. Pueden tratar de controlarnos o utilizar nuestro vínculo para obtener algo a cambio
- Son desinteresadas, se muestran dispuestas a ayudar sin esperar recompensa. Son empáticas y asertivas en su trato, por lo que cuidan su forma de actuar y expresarse
- Pueden ser chismosas y difundir rumores. Pueden ser negativas y hablar mal de los demás sin razón aparente
- Son positivas y hablan bien de los demás, enfocándose en lo bueno que hay en cada persona.
- Pueden ser excesivamente controladoras, limitar la libertad del otro, tomar decisiones por ellos, incluso invadiendo su privacidad espiando o acosando
- Se esfuerza por escuchar desde el respeto, sin intentar pasar por encima de nadie, y al tener el foco en la búsqueda de soluciones, motivan a la toma de acciones, manteniendo el buen humor.
Es importante entonces identificar a las personas tóxicas en nuestras vidas y limitar nuestra interacción con ellas tanto como sea posible. Por otro lado, debemos buscar activamente personas vitamina y rodearnos de ellas para crear relaciones saludables y positivas.
Al final del día, la calidad de nuestras relaciones y la forma en que interactuamos con los demás puede tener un gran impacto en nuestra felicidad y bienestar general.